Así surgió, así fue y así tenía que ser Ciudad Satélite


A principios de la década de los cincuenta, en los terrenos que pertenecían al Rancho Los Pirules, en el Estado de México, propiedad del ex-presidente Miguel Alemán Valdés, se puso en marcha un proyecto de urbanización de grandes dimensiones: Ciudad Satélite

La nueva ciudad, que imitaba un poco los suburbios norteamericanos fue concebida por el Arquitecto Mario Pani, se localizaba a 14 km del centro de la Ciudad de México y por ello se pensó en darle todos los servicios básicos, aunque los trabajos de la mayoría de su población seguían estando en la capital. Sin embargo, el Plan Maestro de Ciudad Satélite incluía lotes de diversos precios, amplias áreas arboladas que servirían como área de amortiguamiento, enormes zonas agrícolas e industriales así como cuerpos de agua adyacentes para darle autonomía geográfica y económica. Todo esto garantizaría el equilibrio con el medio ambiente y que tarde que temprano sus habitantes pudieran tener un empleo dentro de la zona y no tuvieran más necesidad de desplazarse hacia la capital.

En Satélite nació la primera tienda de autoservicio, el primer autocinema y el primer centro comercial del país. Para conectar de forma eficiente al nuevo fraccionamiento con la ciudad capital, se creó una vía rápida que años después se convertiría en lo que hoy conocemos como Anillo Periférico.

Todo parecía perfecto pero… ¡algo falló! En 1990, el mismo Arq. Pani declaró: "Más lotes para vender, más casas, más comercios, más departamentos y... más dinero para el especulador y el inversionista, pero también más gente, más coches y menos agua, insuficiente drenaje y pésima vialidad”.

En lugar de respetar el Plan Maestro de Pani y debido al afán de lucro de los fraccionadores y el objetivo de maximizar las ganancias, el proyecto original fracasó y el nombre se quedó por ser atractivo y comercial.

Ciudad Satélite dejo de ser un “satélite” y se convirtió en una zona más al norte de la caótica Ciudad de México; pero no sólo eso, también fue el elemento clave para arrastrar la mancha urbana a lugares no planeados. Aquellos 14 km de casi carretera que se recorrían en 20 minutos ahora parecen ser miles de kilómetros.











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